Ayer encontré dentro de la pileta en la que estaba nadando una pequeña ramita verde, como de hinojo, que flotaba.
Mi impulso fue sacarla para que no ensuciara el agua, pero, al tenerla en la mano, recordé lo que se siente al ser un vegetal dejándose llevar por el agua, por el viento….
Durante una regresión de QHHT me encontré siendo una semilla de diente de león que caía por un pozo cuyas paredes eran como de musgo. Lo viví como que era muy, muy profundo, aunque seguramente desde el punto de vista humano, no lo era. Recuerdo que fluía dejándome llevar, disfrutando del fresco, de la humedad, del movimiento. Sin expectativas. Simplemente percibiendo…..
Hay mucho más en esa regresión, pero lo que rememoré ayer fue esa sensación de asombro, de gozo, de dejarse ser. Revaloricé esa parte de la sesión a la que no había dado tanta importancia, y por supuesto, solté la ramita y la dejé seguir en paz su aventura.
Patricia Sahade