EN CONCIENCIA CELULAR UTILIZAMOS, SIEMPRE QUE EL TESTEO ASÍ NOS LO INDIQUE, EL TRABAJO CON EL SISTEMA DEL PAR BIOMAGNÉTICO. ESPECIALMENTE PARA ALINEACIÓN DE LOS CUERPOS SUTILES CON EL CUERPO FÍSICO Y CON LA MADRE TIERRA.
El Par Biomagnético fué descubierto en 1988 por el Dr. Isaac Goiz Duran. Tras largas investigaciones y basándose en su experiencia y en los trabajos del Dr. Broeringmeyer, A través de un paciente que acude a su consulta muy grave, el Dr. Goiz pone en práctica sus conocimientos y tras aplicarle unos imanes observa que el paciente rápidamente empieza a mejorar. Recupera el apetito, las fuerzas y se va encontrando cada día mejor.
El Dr. Goiz empieza a darse cuenta de que hay una relación directa entre el pH del organismo, es decir el grado de acidez o alcalinidad de nuestro cuerpo, y los patógenos (hongos, virus, bacterias y parásitos). Empieza a entender también que cada patógeno, parece tener una localización específica y esta en un determinado lugar del propio cuerpo. Con el tiempo va situando patógenos en localizaciones precisas y es capaz de elaborar un mapa exacto de puntos en el cuerpo donde se identifica un terreno biológico capaz de sostener microorganismos patógenos o una disfunción concreta.
Descubre también lo que el llama “Biorresonáncia Magnética” que explicado de la manera mas simple seria algo así como que entre dos focos (dos patógenos que se encuentran separados en el cuerpo) se establece una comunicación a distancia, esta comunicación permite que estos patógenos se potencien en su virulencia y capacidad de resistencia frente a los anticuerpos del sistema inmune.
La Biorresonancia es la ciencia de regular un ser vivo por medio de sus propias ondas electromagnéticas, y se basa en la Biofísica de la Mecánica Quántica, que establece que todos los seres vivos están formados por campos electromagnéticos y que todos los procesos químicos están precedidos por vibraciones y partículas subatómicas que dirigen la conducta fisiológica de cada persona.
Es asombrosamente sencilla. Estando como estamos acostumbrados a grandes aparatajes, agujas, medicamentos, etc… sorprende lo aparentemente simple del método.
Bastan unos sencillos pero efectivos imanes, de una potencia mínima de 1000 Gauss, colocados estratégicamente en el cuerpo y en la polaridad correcta. Al colocarlos en el lugar adecuado se produce una regulación del pH de esa zona u órgano y esa es la pieza clave de esta terapia, al regular el pH que se encontraba ácido u alcalino y volver a la neutralidad, los patógenos dejan de tener el medio idóneo para provocar enfermedad o disfunción y al no tener las condiciones adecuadas para vivir, son eliminados.
Esto es lo que mas llama la atención tanto al paciente como al terapeuta que aplica la terapia, su asombrosa sencillez, y los resultados que suelen ser bastante inmediatos.
Se van testando punto por punto a lo largo de todo el cuerpo, son más de 160 puntos de rastreo y cerca de 320 pares de tratamiento.
Resumiendo, podríamos decir que el Dr. Goiz hace cuatro grandes descubrimientos:
1º. La modificación del pH según tienda el medio a la acidez o alcalinidad (pH normal es 7,3) puede albergar virus, hongos, bacterias, o parásitos.
2º. Los patógenos, pueden hacer “Biorresonancia” entre sí, potenciando así su virulencia o soportando a otros patógenos que van a ser los que finalmente causen enfermedad.
3º. Aplicando unos imanes de una potencia determinada (mínimo 1000 Gauss), uno en polaridad Norte o negativo y el otro en polaridad Sur o positivo, pueden nivelar ese pH, haciendo así que el medio que soporta a los patógenos se nivele hasta estar neutro (ni ácido ni alcalino) y deje de soportar a estos patógenos que al carecer de las condiciones idóneas para ellos, dejan de producir su acción dañina
4º. Es capaz de realizar un mapa corporal exacto (tras muchos años de rastreo y cientos de pacientes) especificando el lugar donde se alinea cada patógeno preferentemente.
Fuente del artículo : http://www.parbiomagneticogranada.org/