Es tiempo de revalorizar la energía femenina

femEs tiempo de revalorizar la energía femenina en el planeta. Ya que no ha sido comprendida y mucho menos apreciada o valorada.
La energía femenina y la energía masculina son complementarias. Son expresiones diferentes de una misma y única energía.
Esas dos expresiones de la energía-uno actúan conjuntamente expresando aspectos pasivos una y aspectos activos la otra.
En las sociedades humanas se valora lo que se ve, la expresión activa, lo masculino; sin que sea comprendido que puede manifestarse como lo hace gracias al sostén con que lo complementa la energía femenina.
Si ella no se mueve no hay energía productiva.
Ella da, sostiene y mantiene la vida.
Esto parece claro puesto de esta manera, sin embargo la desvalorización del aspecto femenino ha sido y es todavía tan grande que las mujeres, quienes supuestamente deberían encarnar el aspecto femenino de la energía de la unidad, están manifestando fuertemente la energía masculina.
El Amor es la fuerza que crea y mueve el Universo. El amor no es masculino ni femenino. El Amor es todo y como tal incluye ambos aspectos. En un planeta dual como es la Tierra, la energía masculina activa necesita lidiar con el mundo “externo” o digamos más bien con el mundo exteriorizado y la energía femenina con el mundo “interno” o interiorizado.
En el mundo interno la conexión con el Amor Uno está facilitada. En consecuencia si nos permitimos entrar en ese mundo interior podremos comulgar (ser uno) con la energía del Amor y permitir que se manifieste en nuestro andar por la vida.

La energía del Amor es la fuerza más poderosa que existe.
Poder conectarse permanentemente con la fuente divina de Amor nos permite manifestar esa fuerza en todos los aspectos con amorosa suavidad, sostenidos en la certeza de ser uno con esa fuerza creadora, dadora, que es Totalidad.
Revaloricemos la energía femenina en cada uno de nosotros, ya sea que seamos hombres o mujeres, pues es la vía que nos permite interiorizarnos y manifestarnos desde el Amor Uno.
Permitamos resurgir el aspecto femenino en cada uno de nosotros y tal vez así el mundo que exteriorizaremos será más suave, más compasivo, más generoso y más vivible.
Todo contiene ambos aspectos. Es hora de que como humanos que somos contactemos y revaloricemos nuestra energía femenina.
Si queremos ir hacia la Unidad. Encontremos esa unidad primero en nosotros mismos.

Hoy se habla mucho de la energía Crística y de la segunda venida del Cristo. La segunda venida tiene que ver con la manifestación de la energía crística en el corazón de cada uno. JesusMMagdaleneFrankThomas
Jesús representaba el aspecto masculino de esa energía. El aspecto femenino de esa energía lo representaba María Magdalena.
Han pasado más de dos mil años y la sociedad humana en su conjunto todavía elige ignorar este hecho. Aún se considera a María Magdalena como a una prostituta. A Jesús lo crucificamos, a Magdalena la suprimimos y degradamos.
En verdad la hemos mancillado una y otra vez durante siglos. ¿Y esto solamente para defender el concepto de la hegemonía de la energía masculina? ¿Tendrá que ver el no reconocimiento de la energía femenina interna en cada uno?

Hubo antes, durante y después de la vida de Jesús, una red fundamentalmente de mujeres (aunque no sólo de mujeres) quienes prepararon y sostuvieron energéticamente la epopeya de Jesús. Luego continuaron con la difusión del mensaje, siempre trabajando en silencio, como lo hace la energía femenina.
Sin esta red no hubiese sido posible la inmensa tarea que Jesús llevó a la acción.
Sabían todos ellos que, entre todos, estaban plantando una semilla para estos tiempos que estamos viviendo ahora.
Fue una tarea de equipo. Una tarea en unidad. No fue el trabajo de un solo ser.

Repito, es tiempo de revalorizar la energía femenina y también de permitir que el aspecto femenino de la energía crística sea aceptado, reconocido y valorado.
Es tiempo de que se instale en el planeta. Sin ambos aspectos la energía crística está incompleta.

Muchas cosas horrendas han ocurrido en el planeta Tierra en nombre del amor de Jesús, debido a que se instaló una percepción distorsionada de esa energía. Una de las formas de distorsionarla fue invistiéndola con características masculinas desequilibradas y suprimiendo su aspecto femenino.

Es hora de que el Amor que predicó el Cristo Jesús pueda ser expresado en plenitud y en completud, en el corazón de cada uno de los seres que habitamos esta hermosa Tierra.
Fusionemos en nosotros los aspectos femenino y masculino del Amor Uno.
Seamos totalidad en nuestro “interior” para poder manifestarlo en el “exterior”

 

Patricia Sahade

 

La segunda imagen es de Frank Thomas. Desconzco el origen de la primera