Cuerpo y Emociones

Nuestro cuerpo es una entidad increíblemente compleja.
Cada una de nuestras células es un ser conciente. Cada uno de nuestros órganos es un ser consciente.
Cada sistema tiene una conciencia que lo conduce. Todas esas conciencias que lo habitan y sostienen aceptan y acatan la conducción de nuestra mente consciente aún a costa de su propia vitalidad y supervivencia, porque viven y son comunidad, cooperación.

Como seres humanos generalmente ignoramos esto y no respondemos con conciencia, con amor, ni con cuidado a esa fidelidad.

Un ejemplo es lo que hacemos con las emociones que no queremos o no podemos expresar. Las guardamos en nuestro cuerpo. En algún lugar bien profundo ya sea un órgano, un tejido. Esa emoción, si no la queremos dejar a la vista, es desvitalizante.
El órgano o tejido que la recibe; la toma, la guarda. Pero lentamente se va desvitalizando y enfermando. Se sacrifica por lo que evalúa como el bien mayor, el bien de la totalidad del cuerpo, porque es una tarea que le hemos asignado nosotros, los que conducimos.

Cuando algo en el cuerpo no funciona adecuadamente, como somos totalidad, se van alterando los cuerpos sutiles y nuestros pensamientos y emociones comienzan a cambiar reflejando esa desarmonía.
Con CONCIENCIA CELULAR podemos encontrar esas emociones guardadas en lo profundo del cuerpo, retirarlas y reemplazarlas por energías revitalizantes y reparadoras.
De esta manera honramos a todo nuestro sistema corporal, y toda la comunidad que nosotros somos, puede vivir mucho mejor.

Patricia Sahade