Cada vez que tenemos pensamientos negativos el Timo se encoge y se interrumpe la normal circulación de la energía. (Los denominamos pensamientos negativos en relación a los efectos que causan en el organismo, no con un juicio de valor)
Cuando estamos enfocados negativamente en “algo que nos hicieron”, en “algo que no nos dieron” o “en algún error que nosotros mismos hemos cometido”, damos vueltas al tema mentalmente una y otra vez, culpabilizando a los otros, a la vida y/o a nosotros mismos. Es probable que además nos sintamos amenazados de alguna forma.
En consecuencia aparecen bloqueos o estancamientos en nuestro sistema energético y surgen entonces sentimientos negativos como rencor, odio, dolor, desvalorización, angustia, pesimismo……
Entramos en un círculo vicioso de realimentación continua, y sin darnos cuenta comenzamos a vivir más infelices, con mayores dificultades de todo tipo y terminamos enfermándonos.
¿Cómo cortamos este círculo vicioso? Es más fácil de lo que parece
1) Cambiando de marco de referencia
Cambiando el marco de referencia desde el cuál vemos la situación. Es decir saliendo de nuestro particular punto de vista para verlo desde el punto de vista de otro de los participantes, o colocándonos afuera como observadores.
2) Comprendiendo
El cambio de marco de referencia nos permite comprender mejor, porque nos aporta mayor amplitud en la percepción de la situación, nos amplía la mirada. Nos permite ver aspectos que no habíamos considerado previamente.
Comprender no implica dar aprobación a conductas inadecuadas, pero nos clarifica y nos ayuda a salir del lugar de víctima. En general estamos bastante auto-centrados y sentimos que lo que otros hacen nos lo hacen a nosotros. Comprender nos facilita ver que cierta conducta desagradable tal vez no fue dirigida hacia nosotros si no que fue lo único que esa persona pudo hacer en esa circunstancia.
3) Sintiendo compasión
El comprender puede dar paso a la compasión.
Sentir compasión es tener empatía con el sufrimiento ajeno y al mismo tiempo el deseo o la intención de dar alivio o reducir ese dolor.
Es importante no confundir compasión con asistencialismo, ni tampoco identificarse con el sufrimiento ajeno.
La compasión abre una puerta en el corazón y permite que aparezca el perdón.
4) Perdonando
El perdón es muy poderoso.
Perdonar implica soltar. Implica liberar las conexiones energéticas negativas con personas, eventos o situaciones.
Perdonar no significa aprobar un accionar que nos ha ocasionado dolor o daño, o que consideramos errado. Significa dejar de culpabilizar y soltar el resentimiento. El resentimiento es una energía muy dañina para nuestra salud. Afecta principalmente al elemento metal y por tanto a los meridianos del pulmón e intestino grueso.
Aceptar las elecciones propias o ajenas, sin juicios ni condicionamientos. Permitir que algo o alguien simplemente sea, sin pretender cambiarlo.
Podemos alejarnos de una persona o una situación que no se corresponde con nuestras elecciones de vida en el momento presente. Es importante que esa decisión se haga en libertad, sin ataduras. El perdón te otorga esa libertad.
Patricia Sahade